Hormigueo

No sé qué día es
y me parece mentira
                 todo
sé bien lo que está pasando
tomo lápiz y papel
sobre estas calles crecí
mis suelas se han desgastado
en estos caminos del polvo
reconozco esta violencia
la adrenalina
el filo y el fuego
el hambre y el miedo
armas de cobardes
cómo explicarle a quienes no están
y mientras me intento capear
ya soy parte de la ficción
que se empeñan en llamar
la Nueva Nicaragua,
pero no es civismo
ni su estéril patriotismo
lo que siento
hay terror y asco bajo esta piel

Miro la imagen en movimiento
y mi ojo no sabe si posarse
en la pared del fondo
cuál es esa calle
o en la doña gritando
ya móntenlo en el carro
o en la sangre que brota
como manchas difusas
las verdades que nos mueven
las imágenes que son
más bien recuerdos imprecisos
lo que queda de la vida
otra vez el adoquín
el tranque y la calle
el cipoterío en la acera
es un mundo de irresponsables
que en el barrio juegan
a los antimotines y los vandálicos
pero nadie quiere ser antimotín
todos quieren amotinarse
nos encanta el alboroto
por la justicia y la democracia
por nuestros muertos
que nos duelen en cada respiro
que nos obligan a vencer
a honrar su sacrificio
y yo quién soy para cuestionar
pero cuando toca toca
y si no ni que te pongás,
que yo no puedo decir
que no me he puesto
frente a ella
he buscado su mirada
insegura también
de querer encontrarla
descontrolada
y por las frenéticas pupilas
que saltan de cuadro en cuadro
violento y borroso
ya no en la pantalla sino en mi memoria
veo y recuerdo aquella fuerza
que cautivó mi cuerpo
tantos corazones latiendo
junto al mío
que palpita, retumba y responde
y me estremece el grito milenario
yo también quiero justicia
el mismo que clama el pueblo
y quién soy yo sino una más
como todas a la vez como ninguna